Lo primero que se imagina sobre unas vacaciones en la costa de Brasil son sus playas, el sol, las palmeras y la caipirinha. Pero esta ciudad tiene bastante más para ofrecer.
Esta villa colonial se encuentra 250 kilómetros antes de Río de Janeiro. Allí se levanta Paraty, que ofrece hermosas playas y paisajes, un imperdible complejo arquitectónico del siglo XVI y más de cincuenta islas para recorrer.
A pesar de la antigüedad de sus construcciones, los servicios turísticos están muy desarrollados. Lo mejor en Paraty es embeberse de los encantos urbanos, escuchar sus historias, comer cada día en un restaurante distinto o tomar algo en alguno de los tantos bares, además de descansar en sus playas y tomar excursiones en barcos.
Los sábados y domingos se disfrutan en los salones con aromas, risas, y música muchas veces en vivo. Dos de los recomendados son Margarida Café, donde conviene reservar si se quiere asegurar una mesa, y la Casa do Fogo, un lugar especial de no más de diez mesas, acogedor por sus cálidos colores pasteles y su ambientación lumínica suave. Este último, se distingue del resto por la particular forma en que preparan sus comidas, las llamas que surgen de las sartenes donde flambean los alimentos, iluminan la cocina que está a la vista y los platos llegan a la mesa con un aroma distinto a lo conocido.
Aunque harían falta meses para conocer las 65 islas que conforman su bahía, con un paseo en barco alcanza para verlas desde lejos y visitar las más lindas. La idea es pasar el día a bordo, tomar sol en las reposeras de la cubierta, almorzar y tomar una caipirinha. En la parte inferior de las embarcaciones suele haber unas cómodas colchonetas desde donde pueden observarse los paisajes en posición horizontal y al resguardo del fuerte sol. Los viajes que se contratan desde Paraty suelen incluir dos paradas, para saltar del barco y bucear o nadar hasta las islas, o bien para subirse a una lanchita y viajar en forma cómoda hasta tierra firme.
Así es Paraty, un lugar Brasileño diferente. Su historia y cultura, sus paisajes y por supuesto sus playas, son tentadores al momento de elegir combinar este destino con Rio de Janeiro, disfrutando de 4 noches en la populosa ciudad del Pao de Açucar y 3 noches en Paraty. Un dúo perfecto para disfrutar de mucho movimiento y algarabía para luego hacer un stop para darle lugar al descanso.
Carlota Stockar EVT 